A lo largo de su trayectoria artística como solista, la música de Michael Jackson fue modernizándose y evolucionando, especialmente desde la década de los años 80. Esto se manifiesta en los estilos musicales soul o funk que interpretó, específicamente en la fusión de soul o funk con disco ("Billie Jean" o "Thriller", de 1982); luego la de soul o funk con dance, o hard dance[8] ("Bad" o "Smooth criminal", de 1987); y la de soul o funk con hip hop ("Remember the time" o "Jam", de 1991), esta última fusión se llama new jack swing.
Pero Michael Jackson, así como muchas estrellas pop de los años 80, también incursionó en el rock a través de innovadoras canciones como "Beat it" (1982), "Dirty Diana" (1987), "Black or white" (1991), "Give in to me" (1991), "D.S." (1995), "Morphine" (1997)[ y "Privacy" (2001), en las que han tocado, entre otros, destacados guitarristas de hard rock como Eddie Van Halen, Steve Stevens y Slash.
Jackson fue catalogado como un genio musical y artístico, lo que demostró desde sus inicios como un niño-prodigio con un nivel interpretativo realmente extraordinario. Pero también fue un personaje polémico, con defensores y detractores, al que rodearon innumerables leyendas y rumores (muchas veces alimentados por él mismo) y que se vio envuelto en acusaciones de pederastia con dos niños, que tuvieron repercusión mundial y que le mantuvieron apartado en los últimos años de la primera fila de la popularidad. Poco después de su muerte, y 16 años después de los supuestos sucesos delictivos, uno de los niños implicados declaró públicamente que el cantante era inocente, y que mintió porque su padre le obligó a hacerlo para salir de la pobreza con el dinero que, efectivamente, el artista entregó a cambio de evitar el juicio. Las acusaciones con el otro niño sí habían acabado en juicio, del que Jackson fue absuelto en su día.
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