domingo, 9 de mayo de 2010
Vestimenta en el año 1810
Durante el periodo colonial la Argentina tiene la mirada puesta en Europa y, a los efectos de ser más específicos, intenta imitar, sobre todo a Francia y España.
La clase influyente de entonces se viste copiando la moda de Paris.
La moda europea tras la revolución y la ruptura con el antiguo régimen es menos ostentosa, los colores son claros, el corte típico de los vestidos es el llamado corte princesa, debajo del busto. En cuanto al calzado, los zapatos de la dama suelen ser de tela, hechos a mano y en algunos casos, llevan uno que otro bordado.
En relación con el peinado, se estilaba el rodete, sostenido con una peineta, dejando caer algunos bucle al costado de ambas mejillas.
Los colores, al igual que estilo, denota cierta sobriedad en relación con el barroco. El neoclásico, si bien es inmediatamente anterior a la Revolución, se caracteriza por ser un estilo menos ostentoso y rebuscado. Asimismo, pese a la sobriedad, hay gran variedad de telas gracias al proceso de la Revolución Industrial: más mercados, menos tiempo de producción y costos más bajos. La consecuencia es aprovechada por una burguesía próspera que tiene alcance a géneros más variados.
Debajo de los vestidos, generalmente en color marfil, blanco, etc., las damas llevaban una enagua por debajo del mismo género.
En cuanto a los hombres, el vestido usual era chaqueta entallada y pantalón ceñido al cuerpo, todo en color negro. Debajo la camisa, más ceñida aún que el saco, era de color blanco. A ningún hombre de clase podía faltarle la galera y el bastón, que coronaban el atuendo.
La variante de gala y muy similar, era el frac de origen francés, cuyo uso se masifica en el siglo XIX y surge a mediados del XVIII. El saco es más corto de adelante, con dos faldones detrás. Originariamente, la palabra frac devino del término “frock” inglés, indumentaria británica de montar.
El spencer también es un tipo de frac, con faldones no tan largos pero de características similares. El uso de esta prenda llegó a través de España.
Aún así, existe una diferencia entre el vestido urbano y el del hombre de campo de la Argentina, cuyo refinamiento no es el mismo; el contraste social se proyecta claramente en los usos del gaucho colonial. A diferencia de la clase cultivada, vestía una chaqueta corta (el largo nunca se excedía de la cintura) con puños y cuello de terciopelo, camisa blanca con cuello blanco, pequeño corbatín negro y un chaleco con tres botones que en ocasiones exhibía un jabot en el centro.
Aquí sólo se detalla el gaucho clásico, el vestido difiere de acuerdo con el tipo social que se quiera representar.
El pantalón de tipo calzón español era entallado a las piernas y hasta las rodillas, abotonado a los costados. Debajo del pantalón o calzón, sobresalía hasta los tobillos un calzoncillo largo color blanco.
Posteriormente, este tipo de pantalón fue reemplazado por el chiripá.Acompañado por cuchillo o facón, completaba el traje con sombrero y manto.
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